Racismo y discriminación racial dentro de la sociedad |
EL RACISMO O PREJUCIO RACIAL EN LA PSICOLOGÍA NACIONALEl racismo o prejuicio racial en Colombia es el conjunto de ideas y fijaciones sicológicas de discriminación raciales mantenidas en el inconsciente colectivo de nuestra sociedad. Es una herencia ideológica de la colonia esclavista, recreada y reproducida en nuestros días por la penetración cultural de los Estados Unidos, mediante la manipulación del contenido de los medios de comunicación, y por el reflejo en la conciencia social de las condiciones de marginación y atraso económico, social y cultural que afrontan los pueblos afros e indígenas, como resultado del desarrollo histórico desigual y las deformaciones del capitalismo en el país. El perjuicio racial tiene como origen en las definiciones que el esclavista hizo de la persona y Las culturas africanas para justificar su esclavización. En Estados Unidos el esclavo era considera bestia que no merecía salvar su alma, y en la llamada “Hispanoamérica” era un salvaje para civilizar y salvar mediante el evangelio. El sistema esclavista generalizó las ideas de la inferioridad racial de la persona africana esclavizada en la conciencia de las clases, sectores y capas de la sociedad y en especial entre la población blanca. Los esclavistas estimularon al campesinado y a los trabajadores mestizos para que se considerasen superiores biológica y socialmente, aunque nunca pudiesen comprar un esclavo, y consolidaron un sistema de castas basados en la gota de sangre blanca que poseyera la persona. En la Costa Atlántica fue donde se desarrolló más activamente el sistema de castas de color o sistema de división social por el color, que logró estimular y profundizar las rencillas, prejuicios y divisiones entre el pueblo explotado, y en mayor grado entre los propios africanos esclavizados. El fenómeno psicológico del prejuicio racial ligó en acción recíproca la situación de clase y de raza de las estructuras de la sociedad esclavista colonial. Persona negra y condición de esclavo significaron igual cosa; la comunidad africana estuvo sometida a dos tipos fundamentales de relaciones: unas relaciones de explotación económica y otras de opresión étnica y cultural que justificaban las anteriores. Durante 400 años de esclavización legal, las relaciones entre población identificada socialmente como blanca y las africanas crearon toda clase de antagonismos colectivo del grupo mestizo-blanco la actitud del grupo superior y la definición de persona y comunidad afro inferior. Los mecanismos de ascenso y prestigio social estaban determinados por la identificación entre el color y la situación de clase, dos elementos inseparables cuta acción era recíproca y permanente: comenzaba con el español nacido en España y descendía con el español criollo, y las personas mestizas, indígenas y las africanas con todos sus colores. Justificando la esclavitud de las comunidades africanas se retomaron las teorías racistas de la información esclavista clásica grecorromana, difundiendo la visión aristotélica del conquistado-esclavo, considerado herramienta viva, “una cosa, aunque tenga cuerpo y alma de persona humana y cuyo papel eral igual al de un buey”. Los derechos naturales y sociales reconocidos en la época eran de goce exclusivo de la comunidad blanca. El esclavo negro no era reconocido como persona igual y menos podía otorgársele derechos, ellos significaría para los esclavistas igualarse a su condición. Durante cuatro siglos de esclavitud directa las masas negras fueron despojadas de la libertad personal, de movilización, del derecho a la familia, del derecho a la propiedad, del derecho a la educación y la cultura, de los derechos a tener una patria y una nacionalidad, y de un modo de vida digno de humanos. Toda América fue convertida en una gran cárcel para las personas africanas secuestradas para ser esclavizadas. Las sociedades americanas y el mundo capitalista en general, fueron traumatizados por este trascendental proceso de deshumanización y explotación, cuyas consecuencias y trascendencia son notorias, y en especial, en las comunidades conformadas por descendientes de africanos esclavizados, que afrontan condiciones difíciles de subdesarrollo, exclusión, de desigualdad, de marginación, y en la persistencia, en el inconsciente colectivo, del prejuicio racial. Durante la esclavitud, las clases esclavistas crearon una imagen estereotipada de la comunidad africana esclavizada, interrelacionada y confundida con las penurias, trabajos y vida infrahumana del trabajador esclavo. La persona africana fue considerada por la población española y, posteriormente por la mestiza-blanca, como la raza inferior, fea, perezosa, bruta, sucia, mala e hija del diablo. Los esclavistas y las personas blancas se autocalificaron de raza superior hermosos, trabajadores, ahorradores, inteligentes, delicada, buenos hijos de Dios. Las personas africanas fueron bautizadas “por si tenían alma”. Estas ideas y actitudes quedaron como fijaciones en el inconsciente colectivo, entendiéndose éste como “el conjunto de perjuicios, mitos, actitudes colectivas de un grupo determinado… es la consecuencia de lo que llamaría la imposición cultural irracional… gracias al inconsciente colectivo el antillano -negro- ha hecho suyos todos los arquetipos del europeo”. Esta herencia colonial esclavista quedó impresa en la formación lingüística latinoamericana. El adjetivo “negro” es sinónimo de los estereotipos racistas contra los descendientes de los africanos esclavizados, es sinónimo de lo malo y lo aborrecido por la sociedad, y se reproduce en cientos de palabras y frases tales como: “aguas negras, suerte negra, zona negra, obra negra, lista negra, negro final, negra intención leyenda negra, negros pensamientos, negros recuerdos, bolsa negra, libro negro, alma negra, mercado negro, humor negro”, etc.; existe el verbo “negriar”. En el folclor popular son numerosos los refranes y dichos, llevados de boca en boca que inferiorizan a la persona negra. En los escritos que aparecen en los sanitarios de universidades, colegios, fuentes de soda, griles, otros, la actitud discriminatoria y la subvaloración de la persona negra son manifestadas abiertamente, y están muy arraigadas en los colombianos reconocidos socialmente reconocidos como “blancos, y existen en todos los sectores sociales. |
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